Jesucristo
el Buen Pastor
Jesús es el Pastor
y ha venido para cumplir lo anunciado; pero no lo hará en la forma esperada
Los
judíos pensaban que el Pastor les devolvería su antigua prosperidad; serían una
nación privilegiada en medio de las demás naciones.
Jesús, en
cambio, dice claramente que su pueblo no se confunde con la nación judía. Suyos
son los que creen, y solamente ellos. El va a sacar de entre los judíos a
aquellos que son suyos; lo mismo sacará a sus ovejas de entre otros corrales
El pueblo de Cristo está
compuesto de personas que valen cada una por sí misma y que han empezado con él
una aventura hecha de confianza y de amor mutuo
1.Salesianos y seglares
En
el origen salesiano está el amor de SAN JUAN BOSCO por la juventud pobre y
animado por el BUEN PASTOR reúne en torno a sí a un gran número de personas,
porque la nueva condición juvenil, tal como se le presenta en la ciudad de
Turín, pide una respuesta inmediata y nueva. Así nace el Oratorio de
Valdocco, en el que san Juan Bosco y otros sacerdotes, seglares adultos,
jóvenes y algunas mujeres viven el original y simpático estilo de predilección
por los jóvenes que llamamos Sistema Preventivo
2.Seguimos el método de la caridad del Buen Pastor
Siguiendo
el método de su caridad de Buen Pastor tomamos la iniciativa del encuentro y
nos ponemos al lado de los jóvenes; con ellos hacemos el camino escuchando y
compartiendo sus inquietudes y anhelos
3. De la caridad pastoral nace la fuerza de síntesis unitiva
El
discurso de Juan Pablo II a los capitulares salesianos:
La
caridad pastoral es el fruto del poder del Espíritu Santo, que garantiza la inseparabilidad
vital entre unión con Dios y entrega al prójimo, entre interioridad evangélica
y acción apostólica, entre corazón orante y manos activas.
4.El espíritu salesiano tiene su centro en la caridad
pastoral
Es
un conjunto de aspectos y valores del mundo humano que siguiendo el ejemplo de
san Juan Bosco, salesiano y seglar proponen a los demás, la caridad como medio y
método fundamental de su misión. En este trabajo cultivan valores de la
espiritualidad salesiana: la generosidad, la solidaridad, la sencillez, la
gratuidad, la fidelidad, la alegría y el optimismo
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